El fin de semana pasada, fui a Roma para reunirme con una de mis mejores amigas y disfrutar y visitar la ciudad. ¡Mi viaje fue fantástico e inolvidable! Mi amiga Lindsay está estudiando en Vienna y queríamos reunir en una ciudad de Europa. Decidimos en Roma porque queríamos ver todos los sitios importantes allí y también comer la comida italiana. Viajé a Roma sola por autobús, metro, y avión y no tuve ningún problema. Estoy muy orgullosa de mí. Mi sentido de la orientación ha mejorado mucho. Cuando llegué a Roma, Lindsay y yo sentíamos muy feliz porque estábamos juntas. Nos quedamos en un hostal se llamó Alessandro Downtown en un cuarto para ocho chicas. Era muy tarde la hora de reunirnos y nos acostamos.

Por la mañana, fuimos a la estación Termini que está muy cerca del hostal. Allí podíamos coger el metro para ir a todos los sitios famosos en Roma. El problema era que este día fue una huelga para los empleados del metro y además un día para demonstraciones para los empleados del sistema de autobuses. Entonces, no podíamos viajar en ningún transporte público excepto taxi que era muy caro. Por eso, andamos. Mi amiga tiene muchos problemas con sus piernas porque tiene tendinitis muy mal y llevó una escayola todo el tiempo en Roma. Andamos al Coliseo primero y que maravilloso fue. Sacamos muchas fotos allí incluyendo esta. Por la mañana, hacía mucho sol y era muy bonito con cielos azules. Cuando estábamos en el Foro Romano (otro ruina de la ciudad antigua) el cielo abrió. Escondíamos debajo de un árbol para no ser mojadas. ¡Fue una tormenta muy mal con granizo! El árbol no era bastante y de repente, cuando estábamos totalmente mojadas, fuimos a un port-a-potty para esconder la tormenta. Fue una de las experiencias que solo se puede tener con un mejor amigo si no sería horrible. Nos reíamos mucho y después compramos unos ponchos en la calle. Aparecíamos muy raras pero no nos importaba. Después de andar un poco más, fuimos al hostal para cambiar nuestra ropa mojada. Mi amiga usó una secadora de pelo para secar su escayola que se había puesto totalmente mojada también. Luego, fuimos a las Escalaras de España y después a la fuente de Trevi. La fuente fue uno de mis sitios favoritos en Roma… ¡qué bonita! Por supuesto, tiramos una moneda en la fuente para regresar a Roma. Por la noche, estábamos muy cansadas y comimos en la hostal porque hubo una cena gratis de pasta. Echamos una siesta pequeña y después, queríamos reunirnos con otro amigo quien está estudiando en Roma. El problema fue que él y sus amigos no llegaron a Termini hasta la una de la mañana y Lindsay y yo no pudimos mantener despierta. Fuimos con él a San Lorenzo, donde todos los estudiantes italianos van para disfrutar. Después de media hora, Lindsay no pudo andar a causa del dolor muy fuerte en su tendón. Cogimos un taxi para regresar al hostal. Nos acostamos en más o menos cinco minutos.
El día siguiente, fuimos primero a un mercado cerca de la Ciudad Vaticana. Era posible viajar en metro este día porque no había otra huelga. En el mercado, había mucha gente italiana que no podía hablar inglés. Había mucha comida típica de Italia que se podía comprar. Esta foto es del mercado con un puesto de fruta. Compramos una naranja que es una especialidad de Italia que se llama naranja de sangre porque el fruto es rojo. ¡Qué delicioso! Fue una experiencia muy divertida y más cultural de las cosas para turistas.


Después, llegamos a la Ciudad Vaticana e hicimos cola para entrar a la Basílica de San Pedro. La entrada fue gratis y que bonita es la basílica. He visto muchas catedrales en Europa, pero este, en mi opinión, es lo mejor. Los techos y paredes y todo eran totalmente decorados pero muy bonitos también. Esta foto es de la basílica allí. Luego, queríamos visitar la Capilla Sistena pero no sabíamos que estaba en el museo vaticano. Después de encontrar esta información entramos el museo y aprendemos que el camino hasta la capilla desde la entrada es 12 kilómetros. Por eso, recibimos una silla de ruedas para Lindsay. Al principio, la situación fue un poco extraña pero la cambiamos por algo divertido. Aprendemos mucho sobre la vida para una persona quien siempre está en una silla de ruedas porque el viaje a la capilla fue muy difícil y generalmente, fue en la dirección opuesto de todo el resto de la gente. Viendo la capilla era muy surrealista porque la había visto muchas veces en libros y cartas pero estaba allí. Fue otra experiencia inolvidable. Por la noche, fuimos a nuestra restaurante favorita en Roma (comimos allí muchas veces) para comer pizza. También, después de cada comida, comimos gelato. ¡Mmm qué rico! Nos acostamos a las nueve porque estabamos muy cansadas. Por la mañana el domingo, desperté a las tres de la mañana para ir al aeropuerto para mi vuelo a las seis. Fue un día muy larga porque estuve muy cansada pero llegué en Granada sana y salva. Fue un viaje muy divertido. Teníamos muchos problemas con el tiempo, la huelga, y el tendón de Lindsay, pero estuvimos juntas y por eso fue perfecto y gracioso.