El viernes pasado fui al Sacramonte con Julia y Ben (mi madre y hermano españoles). Cogimos un autobús público para ir allí, y el conductor estaba retrasado y por eso él condujo muy peligrosamente. Después, sentimos mejor y bromeamos acerca del conductor. Fuimos a un restaurante en una de las cuevas con una vista espectacular de la Alhambra y las montañas. Para el almuerzo, Julia nos pidió un plato con diferente comida para probar. Comí chorizo, patatas pobres, pollo, y un huevo frito. Estaba muy rico, y ¡me alegre de que ella no me pidiera morcilla! El único problema fue que toda la comida estaba totalmente cubierta en aceite. Fue un poco raro pero tenía buen sabor. Esta foto es de una ventana muy bonita y tipica en el Albaicin.
Después del almuerzo, damos un paseo por el Sacramonte para ver las vistas preciosas y también los tablaos y peñas flamencos. Esta foto es de Julia y yo con una de las vistas magnificas. En el Albaicín, Julia nos enseñó su casa donde crecieron sus niños. Fuimos a un café por un rato para beber un café y probar unos dulces. Probé algo que se llama “leche frita” y la me encantó. No puedo describirla pero está bueno y es una especialidad de Semana Santa en Granada. Ben y yo (y creo Julia también) disfrutamos mucho.
Cuando regresamos a la casa, el botellón más grande en Granada estaba ocurriendo. Se llamaba La Fiesta de la Primavera. Vivimos muy cerca del parque del botellón y queríamos ir solamente para ver el espectáculo. Llevé mi botella de agua y fuimos para verlo. Había tanta gente y no podíamos movernos. Ben y yo nos quedamos allí por más o menos diez minutos riendo porque fue totalmente loco. Sacamos unas fotos (incluyendo esto) porque ¡qué raro fue! Me parecía peligroso pero divertido. Regresamos a la casa y pasé la tarde y la noche relajándome. Fue un día muy divertido y también interesante.
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